jueves, 8 de marzo de 2012

La calle / JIimmy Meneíto / Bendición del Acto Creador


FACEBOOK / Carlos López Dzur / LIBROS / Diálogo Digital / UPR / INDICE: EHE / Parte Una: EHE / Parte Dos: EHE / Parte Tres: EHE / Parte Cuatro: EHE / Kool-Tour-Activa / Prensa vendida y anestesiada / Poema ecológico: Dáme 6 años para cuidar de ti / Cuentos: Los oscuras sendas del escorpión / Rayos por celo de tu cuerpo / Cuentos

Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS


La mujer y el regreso


El regreso llama
a ojos cargados de deseo.
Es lo más bélico que tengo
este regreso
este regreso.

Se van a fornicar los instantes
uno a uno y la fe será el brinco
(casi leptón, o quark visible
por el éxtasis y ser cabeciduro,
acostado sobre el poema
o una canción de silva).

A la mujer se verá
cuando la mente muera
y con ella la muerte del rechazo
y de las normas que oprimen.
Se la verá directamente en el ombligo
y se irá a besarla.

Quiere él, el baby boomer
que salió de la cariátide,
hallar una mujer y echarla al agua
y con ella, ser pez otra vez, volver a serlo
y secarse las mejillas con su volcán
y lanzar piedras de amor
a sus nalgas, porque el Acuarius
la accede con retornos
y el aquí es libro abierto
y una toalla
y el allá sigue virgen, in situ,
y ella llora, pero, ¿quién es
sino él? ... quien tendrá que ver sus lágrimas,
y ceder y esquivar y volver y entregar
y recoger el misterio y las maravillas;
y nacer para tí; ella, penosa, hostil, azorada,
se va y luego vuelve,
pero siempre juntos, buscándose.

2.

Los hombros ya al fin se han esparcido
(que venga la Magestad de lo Divino)
y haya abrazos y retornos y derrames.
El fin no es la detención del movimiento.

Todo entra y se va
con la forma de pinga
al fondo del secreto y el enigma, dionisíaco;
todo regresa eclosivamente,
con espasmos y los pelos mojados,
la evidencia,
y salpicados los glúteos,
la hembra llora, al mismo tiempo canta.

Los hombres terrenales se dicen
somos míos, somos tuyos, eternidad.
Se van como rodines, se van
hasta las nalgas, se endurecen
como pernos, las perforan
y como globos se hincharon los senos
y los pezoncillos son tapachines
de los besos, pirulíes, pilones rojos,
tapaderas, mamilas...
y se van y se regresan a las manos
y la boca y las costillas se erotizan
y escuchan el corazón dando tumbos
y a veces, cómo silva o se arritmia
endemoniado porque olvidó
la delicia de su danza
y prefiere subir a los muslos
y ponerlos en alto y señalar al tobillo
de la niña pernialta, a sus talones
como si fuera una luna o un árbol.

17-03-1990

* * *

El Dr. Betances


a Ramón Emeterio Betances, revolucionario puertorriqueño
y organizador de la Revolución de Lares en 1868
¡Cuán terrible es observar al enfermo,
al esclavizado, al oprimido, entender
el origen de su mal, su falta de sustento,
su trabajo agobiante, la explotación
que le chupa la sangre y no poder dar
el lógico consejo: «Descansa un poco,
repónte, come bien, abrígate en la noche!».

No es posible. Si descansa es más pobre.
Comer bien es imposible sin trabajo.
Reponerse es desafiar a quien es amo
y no comprende; abrigarse es absurdo
si faltan las cobijas y el vestido,
el buen lecho. ¿Qué puede decir Don Ramón,
al que llaman el Padre de los Pobres?

No pierdas el machete. Vas a tener
que utilizarlo si continúa tu yugo.

*

La calle


Grande como un carajal es mi pasado.
La memoria leuda está como pan endurecido.
Al rojo, viva, la extensión de mis años,
la esperanza que pasa y amor que la retuvo.

Soy la calle que observa el semáforo,
una oreja que al ruidajo se asoma.
Conozco la presencia, la zona del carácter
y el quejido, la pasión y el fracaso.
Lumbre no falta a mis costados.

Huesos me sobran, mojones que encartelan.
A pocos tramos, el neón ilumina, enardecido.
El cementerio está cercano y he llorado.
Sobre mí murmuran los cadáveres fríos.
Se ha sembrado la premura y el llanto.

¡Pero qué feliz he sido yo, por igual,
gracias a mi estómago de brea!
¡Mis banquetas se poblaron con vivos caminantes!

¡Y yo, acostada, al placer complazco
tan promiscua, tan amplia de pernichos!
Soy la panza gris del mundo,
sendas de Soluto, rumbo provento,
y no subo al Destino.

2.

Se vaga sobre mí, otros presurosos
se aceleran, cruzan, se disparan sobre ruedas.
Si bien se escupe, se ensucia el alma toda
por mis sendas, las monedas perdidas
me persiguen. Las valijas olvidan
sus esperas, secretos platicados quedamente
me deambulan, me cuentan.

Yo soy toda pupila, ojos abiertos,
solidarios y, en mi vientre recojo las pisadas
con gesto aguantador, avizor, democrático.
Soy casi siempre, buena compañía,
a pesar de zanjones a mi paso
y cloacas y adoquines mutilados.

3.

Leuda y salada, yo saludo la vida
sin alzar la cresta, humilde y pisoteada
me comparto, me gustan los zapatos
desgastando su pena con los pasos contados.

Yo comprendo a los viejos y a los niños
y al pan de bollo que trizan los pichones,
a los rencos, al basural y al orín de los mendigos;
pero me gustan las faldas pequeñas,l
as colegialas, las turistas, las damas de la calle
con noches y mariposas.

Yo soy la Virgen Santa de la Calle.
En la esquina Del Cristo, una avenida
y siento doce leguas de aguas vivas
cuando bajo por el Puente de los Santos.

4.

Coches hay, con sus llantas gastadas,
corazones marchitos, chamuscados,
accidentes del ser, extravíos.
Unos dan saltos y, por un chiscón del puente, se suicidan.

Citan entonces mi nombre en los diarios
y yo, consoladora soy, mal consolada.
Soy la calle en novedad y espanto.
La calle de los escribidores y el tráfico.
Escucho cuando hablan los que hablan.

Medito sobre los que callan y se van por mis rumbos
y se empozan dentro de sus rincones,
porque son chanclas viejas y abandono.

En alcohol, lavados, sin pernil en sus bocas,
son los que sin fiambreras, sin trincha,
sin sabor de tabaco.

* * *.

Las llamas del Ser


La vela de HaShem es el alma del hombre»: Proverbios 20:27
El mundo entero es mi candelero.
Un planeta se me dio por menorah
y las velas son almas, niñez es una
con su luz incipiente,
ancianas otras, con mucha luz imperceptible
y, con adultas y jóvenes, almas que abundan.

Todas van por siete brazos del mundo
hacia una fiesta de la Octava luz del Alma,
maravillosa llama del Janucá.

Cuando eleves las llamas y enciendas
el proceso social de la unión verdadera,
líder de lo que seas, te hablo,
a tí como rebe
por derechos civiles, políticos,
sindicales, alimentarios, administrativos,
te hablo a tí,
trabajador de la cultura, zurcidor y operario,
ama de casa, colegial en huelga
o activista en campaña,
recuerda esta palabra ELEVAR
elevar / avivar / las llamas
«Behalotjá»,
(para que el fuego de shalhevet arda
y no se vea quien lo atiza,
dependencia del controlador).

Elévalas, pues,
hasta que tú no seas visible
porque en la unión verdadera
todos somos uno.

2.

«Bejol levavjá, uvejol nafsheja uvejol meodeja:
con todo nuestro corazón, y con toda nuestra alma,
y con toda nuestra fuerza»:
Del Shemá / Proverbios
Ocurre que la llama tiene tres niveles.
Si no se encienden los tres,
se apaga
(¿estuvo el corazón extenuado?»)
porque la llama se forjó de amor,
amor es la que la une y el amor social
es amor en tres niveles, todo el amor es uno
(¿estuvo el alma sin fuerza?»)
que pegues fuego con pabilo de toda
tu alma, con fuerza de todo tu cuerpo
a pesar de que vayan por siete brazos
del Candelero planetario y a cuatro direcciones
de los vientos y a dos polos cósmicos
del mundo, hay que comprometerse
en tres niveles, tres, no dos, no uno.
Tres niveles.

Que se enciendas los tres niveles
de ese amor, en corazón, en cuerpo y alma.
Dáles fuego, carajo, niégate a ti mismo
y arrima esa mecha
a shalhevet.

3.

Si tiene miedo, mas anhelas la Llama Social
del amor encendido, la chispa de Tikkum,
al temor déjalo en casa, sál a militar
a la tarea precisa,
y arrímate a quien veas más animoso
como Encendedor de Llamas.

Te compartirá su fuerza, te quitará
las poquedades. De él aprende devoción
a la Shalhevet-kah, Llama de HaShem.

Si el miedo no se te quita, o si queda escrúpulo
de insincero e incrédulo fastidio que refrena,
persiste y oye, observa lo que se experimenta
con atributos de la Llama.

Es un proceso de amor activo
que te corrije, te consolida, te ampara.
Conocerás líder por eso.
Con él te sentirás amado, útil, aarónico,
protegido y consolidado.

4.

De la mayor de las Fuentes de Energía,
de la Braza perfecta, shalhevet
que te dieron por alma
fue tomada.

No se buscó excreta de caballo
o vómito de camello para hacer alma.
No sé buscó un hilado de tejido acidificado
para hacerte neurona, o la biopsia primera
de tu tejido, oye, lo que dice
el Libro de Esplendores cuando habla del Azul Cósmico
que HaShem sacó de lo oscuro para hacer
un pabilo en el corazón de Tu Llama.

Lo sacó del jashmal.
De donde arde el amor.
No tu amor, porque puede que tu le pongas su límite
y creas que el amor es excreta de caballo
o de pollo, o vómito de camello o de gato.

Hecha de Jashmal, amor de HaShem,
fuego del corazón del Altísimo,
fuego dentro de estrellas de la Desideralia.
fuego infinito, místico, incomprensible
para que lo tengas tú como pabilo,
como sustancia oscurita de tu Vela,
lo físico de tu fuego.

5.

Hay gente que dice que no tiene vela
ni en su entierro, gente que dice que no brilla,
que los cagó la changa, que carece
de esplendores, pero... oye lo que
el Libro de Esplendores declara cuando habla
de la parte blanca que rodea el Azul Cósmico
de la Vela... aunque se menosprecie
el hombre y la mujer a sí mismos,
aunque se crean simios, carajos irredimibles,
bestias que involucionan.

En vasijas rotas no se acumula ni compostaje
para la tierra del desbrujo.

El alma está hecha con eish, fuego blanco
para la Vela, fuego que no toca la mecha
que maldices, crueldad que acumulas,
esplendores que sólo has de tocar
cuando realmente lo quieras, los anheles.

6.

Mas si has visto la llama en tí,
con fuerza del corazón, al alma y carne,
si las entiendes hilvanadas con jashmal,
llama interior / y al eish incontaminado
enalteces como al Beit HaMikdash,
tu Santo Templo ígneo esplendoroso,
fuego han de ser tus méritos y vitalidad
tu emoción en la carne y esperanzadora
toda la noción viviente del presente futurizable,
que es tuyo, entonces...
oye sobre lo que el Libro de Esplendores declara
cuando habla sobre la parte blanca
que rodea el Azul Cósmico de la Vela
y el halo luminoso y áurico con que Dios
te de espacio, pueblo,
autoridad extensiva sobre el mundo,
abre los ojos al Nogah de la Vela.

En esa luminosidad está la fuerza
que quema los conflictos de la necesidad.
En Nogah, la puerta que abre futuras energías.
En Nogah, verdaderos ojos,
verdaderas luces, verdaderos comienzos
de la Sabiduría, verdaderos amores.

Publicado en Sequoyah #79

* * *


BENDICION DEL ACTO CREADOR


a Isaac Luria
Cuando todos se apretujen por querer
ser Lo Elegido, lo que destacará por razón de privilegio,
lo que rumora el aliento, sin modestia,
cuando los veas en la miseria de los falsos deseos,
ebrios en lo umbrío de la premura, inmaduros todavía,
impacientes, tóxicos, hedientes por la envidia, insolidarios,
tú, poeta del Comienzo, voz del Bereshit
en lo oculto, sé más modesto
que la piedra del ángulo, o toda piedra
que sustenta el creciente peso del volumen,
tú sólo evoca mi nombre de Baruj,
échale el bendito seas / bendice / bendice
la Casa que haré... Funda el optimismo
por esencia, saca esa nota a flote.

Con el habla pura del Origen haré un poema.
Llámalo Bet, casa del lenguaje,
templo de Berajá, aunque veas a los otros,
impacientes e impuros, levadura en la esencia,
anticipados al posible defecto,
desconfiados de que haya eficaz aguante
y proyecto sustentador de certidumbre.

Cuando los veas cagándose en los atrios,
subiendo sangre y ladronería, rencilla
y orgullo a los altares,
pensando que la montaña del Bereshit /
es Mal Comienzo,
mantriza Bendito sea el Acto Creador
con el habla pura o la materia bruta.

En el principio de los principios, te llamaré.
Te daré por encargo: Bendícelo todo.
Dí: «Quien me creó dijo: Y vio que Su Acto
creador era bueno y se hizo la tarde y la mañana
el día primero». Y, entonces, otra vez me habló
cuando pregunté: «Ahora, ¿qué hago?»

Con el susurro del Genio, respondió:
Tu frase en el poema es Bendito sea, vé
y grítalo: Todo lo que se ponga
encima de mí, el Cimiento del verso,
bendito sea. Agrega: Soportaré cada piedra,
carpinteros, obreros de cavernas y cemíes.

Todo lo que se edifique encima de mí,
bendito sea aunque yo esté abajo poniendo pecho y lomo
como una geografía, yo poniendo saliva como río
y como poniendo aliento, sin dolerme,
y vibración, con gozo, yo bendiciendo con el culo pelado
pero sin queja, sin muina, orgulloso....

Esta es la esencia del Deseo del Acto Creador,
bendecir al que edifica, mantrizar a Bet
en el principio, en el principio,
remoto principio de los tiempos,
porque el Poeta de Poetas está feliz del Acto Creador
y de todos lo que le imitarán al bendecir lo que anhelan
y me dijo: Berajá de mi Bereshit
Baruj baraja por gritar mi esencia entre naipes
de cada poema que se te escriba encima
con mi letra de gozo
desde hoy y para siempre.

* * *

JIimmy Meneíto
Del libro EL PUEBLO EN SOMBRAS


Todas tus ventanas arrojaron rosas lindas a mis pies,
se abrieron todas tus puertas y en ellas miré
cómo ponías en mis manos de tu granero la mies:

Sergio Sánchez Rivera (poeta), «A Pepino con amor»
No todos los guardias son unos caínes, hijos bravos del aparato autoritario del Estado. Jimmy es figurita, atlético y vivaracho. Le gusta caminar con un tumbao que es típico de quien tiene la pinta de fisiculturista, con morrillos bien tonificados. Le gusta el Pueblo del Pepino. Las muchachas son lindas y tiene colegas con quienes ronda con alegría y piensa que algo lo mancomuna: la simpatía, el choteo, el vacilón, la folla blanda, el echar plante, con el uniforme impecable, bien planchadito, con el color azuloso, como los ojos de su compañero el Guardia Ramos, hijo de Tito, el Alcalde marieño.

Jimmy González también es hijo de un Alcalde. Lo han mandado al Pepino desde Maricao. Lo recomienda Raúl Ybarra, Rosendo Cintrón y Daniel Coronado, alcaldes de La Pava, y hombres que han visto la necesidad de una policía profesionalizada, porque, por la praxis política, antes en manos de los republicanos de Poldo Feliú, Agustín Font y los hermanos Miguel y Juan García Méndez, había mucho abuso, especialmente, contra los nacionalistas. Estos últimos formaron los Cadetes de camisas negras y uno de ellos ajustició a un coronel que era un yankee, hijodeputa.

Todavía en Pepino quedan algunos guardias de esos antipáticos, abusadores y anti-independentistas. Jimmy no es así. Ni Ramos ni Beltrán. Ni acaso el más viejo Echevarría. Son el buen trío que la gente saluda. Que bajan a la Loma de Stalingrado y chulean a las nenas de Millán, como si fueran damas con corazones intensamente puros y románticos.

Fey Méndez Cabrero, el Alcalde, aprecia mucho a Meneíto. Es policía serio, agradable, cachendoso y cuando viene Muñoz Marín al pueblo, él cuida la plaza con celo militar. Lo sigue, coordina el buen ambiente, para que el Vate / Gobernador poeta / se sienta bien y protegido. A veces, como si fuese el Gobernador y él muy íntimos amigos, hablan sobre el pueblo y su padre.

No se queja de que en Maricao no suceda nada. Allá la belleza es tranquila. La gente campesina, melancólica como dulce guasa de la antigua indiada. En ese municipio, el Salto de Curet, las Montañas Lluviosas y el Lago Prieto valen la pena verse. «Faltan escuelas e industrias todavía; falta empleo, como se puede ver; pero queda el campo y la Indiera Fría».

Meneíto ha oído que el pueblo del Maricao mienta el nombre de un árbol. En realidad, lo que más ha visto, en su poblado natal, son los cafetos. Supo de la fama de las viejas haciendas como La Juanita y Las Delicias, con sus Fiestas del Acabe.

Desde el decenio del ’40, anda por andurriales pepinianos. A él lo elogian por su mirada con la que seduce a su harem de hembritas. El enamora. Lo afana ese julepe de ser enamoradizo, clavar su mirada en otros ojos, devolviendo o robando su luz y, a diez años de andar aquí, en Pepino, como Beltrán le dijo: «No te ofendas; pero la muchacha con que te embelesas ahora es la más fea de las que te he visto y hasta el apodo de su padre me repugna».

«Es verdad. Cuando pregunto por ella, me avisan que es la hija de Coño Carajito».

«Eso no es ná, Jimmy. ¿No te has fijao qué es bizca?»

«¡Pero qué importa! ¡Tiene su cuerpazo!».

«No, Jimmy. Es bizca y le falta un diente. Tú ya tienes una hembra que no tiene defecto y es buena mercancía».

«Es que a ésa que admiras falta algo y la bizca lo tiene».

«Un diente es lo que le falta».

«Con esa sí que me caso».

«No lo hagas, Meneíto. Mira que si lo haces te quemas».

Oyendo ésto, él recordó una leyenda. Se cuenta con un gesto sentimental y literario. En su pueblo, aseguró: «La naboría taína quemaba a los traidores, a la gente que delata. María la india fue quemada, víctima del mismo amor, delator, con que me quemo». Es la leyenda de su pueblo, Maricao... y dice: Que un militar español, poco después de la conquista de esos montes, se enamoró de una indígena taína, con ojos bizcoriocos como maya. Una rebelión marcó la separación y el refugio de los indios en la Indiera. María dijo al militar español: «Cuídate. Mi tribu no quiere que me mires, pero soy yo quien no quiero perderte. Díme que amas aunque sea yo la que muera en esta hoguera, atada a un árbol».

Así sucede hoy, piensa Meneíto mientras camina con garbo por la Plaza Baldorioty y mira hacia el Gallo en el techo de la Iglesia. Este pueblo está poniéndole un reparo a la amada que él ha elegido. No entiende que ella / como María / vale. En asedios ofensivos, van cercándola. La quieren castigar porque su padre es el coño-carijito.

«No seas voluntarioso, Jimmy», insisten por mortificarlo.

«Mira que es bizca».

«No delates tu mal gusto».

Terminaban siempre haciéndola prisionera del mal nombre. «Y es la hija de Coño Carajito».

Entonces, adivinando lo caliente de la inquina, Meneíto imaginó que lo quemaban detrás de sus espaldas. Que a ella la ataban al árbol de las penas y los escarnios, diciéndole «Meneíto tiene muchas otras y no te quiere de veras». Escarnios para la taína María de la fría Indiera de los bucarabones.

«Además, por el diente que te falta te ves fea», vituperan. Ella no se merece este martirio. Lo que chisman.

«Ese culo lo vale. María es como la bizca de la Indiera Fría».

Ahora, juzga Meneíto, que los policías Beltrán y Ramos son un par de hostigadores. Buscan su vena. Lo hieren en sus collejas.

«¿Por qué dejar a la buena hembra por la bizca?»

Le salió lo sangermeño de sus bucarabones: «... porque el ojo se lo mandó a operar y el diente se lo mando a poner». Dijo, sin pensarlo como el padre de su amada: «¡Coño, carajo!» y se echó a reir y siguió con sus planes de boda.

3-04-2003



____

El ingeniero / cuento / Jimmy Meneíto / Cuento / Poemas sobre el Pepino / pueblo borincano / Frags. de Anti-Manual de Microempresarios / De Leyendas históricas y cuentos colora'os / Escritores de San Sebastián del Pepino / Cartas de los lectores a la Página sobre Historia Pepiniana / Sequoyah Virtual: Cartas de los lectores / De Breves antologías poéticas / Yo soy la muerte / Profecía de la suprema definición

No hay comentarios:

Publicar un comentario